!Tantos libros y tan poco tiempo! Muchas personas nos sentimos apabullados por la avalancha de libros y revistas cristianos. Anhelan conocer el resultado del estudio serio de la Biblia.
Pero con la riqueza de los recursos disponibles ¿Cómo determinan ellos y ellas donde empezar a estudiar? ¿Y cómo organizan y seleccionan estos materiales para armar una biblioteca que les permita estudiar y enseñar la palabra de Dios a otros?
Una biblioteca didáctica provee a los maestros y maestras de las Escuelas dominicales, catecismos o pastores de lo que se necesita para el estudio serio de la Biblia. ¿ Pero cuales son los recursos mejores para alguien que quiere dedicarse al estudio de la palabra de Dios? Esta pregunta es difícil de responder porque el estudio de la Biblia puede significar algo diferente para cada persona.
Para quienes tienen poco o ningún conocimiento de la Biblia, se recomienda que comiencen con la lectura de alguna Biblia ilustrada para niños o alguna porción ilustrada de las Sagradas Escrituras. Aunque estas publicaciones tienen como fin llegar a manos de las niñas y los niños, para los adultos puede ser un valioso material que les provea de una vista panorámica del contenido de la Biblia, desde Génesis a Apocalipsis que pueden leerse en unas 3 o 4 horas. Además comenzarán a visualizar cómo Dios interactúo con las personas en el pasado, y, por inferencia podrían entender como Dios interactúa con nosotros hoy.
Para quienes han crecido en la iglesia, pero que no han sido lectores asiduos de la Biblia, recomiendo que compren una buena Biblia de Estudio, como las que publican las Sociedades Bíblicas Unidas o la Editorial Vida, o la Biblia de estudio de Juan Wesley. Estas Biblias contienen información en cada página que ayuda al estudiante principiante a entender los versículos sin dedicar mucho tiempo a la indagación. Podrán encontrar información de personas, lugares, acontecimientos y costumbres, todos insertos en una cultura que debemos estudiar para entender el mensaje de Dios y su obra. Algunas Biblias de estudio también contienen útiles notas de aplicación que hacen que el texto sea más pertinente y motive al cristiano a responder el mensaje.
Muchos creen que una buena Biblia de Estudio se compara a las comidas que compramos ya preparadas, pero que no satisfacen por mucho tiempo. Estas personas que piensan así están preparadas para el mundo de la erudición y la indagación bíblica. A estas personas les recomiendo un buen diccionario Bíblico como el Diccionario Conciso Holman, o el diccionario Ilustrado de Wilton Nelson. Este recurso contiene artículos acerca de la mayoría de los asuntos relacionados con la Biblia. El siguiente paso es la compra de una buena enciclopedia de la Biblia, como la publicada por Editorial Caribe Enciclopedia ilustrada de las realidades de la Biblia.
Para un estudio más exhaustivo se recomienda la compra de buenos comentarios de la Biblia. La Casa Nazarena de la Biblia tiene la colección Beacon.
Ahora estamos hablando de una considerable suma de dinero, y esto puede ser un obstáculo para muchos. Por esta razón se recomienda que las iglesias cuenten con una biblioteca para que tanto los líderes como los hermanos en general tengan acceso a los libros que he mencionado y a otro más.
Finalmente quienes quieren profundizar en el estudio de la Biblia deben estudiar los idiomas bíblicos y procurar leer las Escrituras en Griego y Hebreo. Las personas que estudiamos la Biblia a este nivel generalmente son estudiantes de los seminarios o tienen algún grado de estudios académicos y pueden leer y comprender la literatura teológica erudita como las publicaciones de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. El conocimiento de los idiomas bíblicos permite a las personas tanto maestros como hermanos en general juzgar la preferencia del uso de las palabras en las traducciones y apreciar la naturaleza poética y la dinámica de las palabras en el texto griego o hebreo.
Finalmente el nivel de estudio de la Biblia que usted quiera alcanzar determinará la Biblioteca que usted quiera adquirir. Aunque el costo sea caro el beneficio es grande.
Autor: Marvin L. Smith
adaptado y resumido por Arturo Molina.