Personas agradecidas tienen un corazón más sano

Según afirma un estudio publicado en la American Psychological Association (APA), dar gracias por los aspectos positivos de la vida, produce mejoras en el estado físico de pacientes con problemas cardíacos asintomáticos.
La investigación estudió 186 voluntarios que habían sido diagnosticados por fallos cardíacos asintomáticos, es decir en el Nivel B. Este escalón consiste en pacientes que han desarrollado enfermedades del corazón a nivel estructural, pero no muestran síntomas característicos (fatiga, dificultades respiratorias, etc.).
Esta etapa, señalan los investigadores, es un momento crucial para evaluar la progresión de una enfermedad, ya que, en pacientes de cardiología, el riesgo de muerte se incrementa cinco veces cuando pasan del Nivel B al C, en el que ya muestran signos de la enfermedad.
“Hemos visto que la gratitud en estos pacientes se asociaba con una mejora en el humor, mejor calidad de sueño y niveles más bajos de los biomarcadores de inflamación relacionados con la salud cardíaca” asegura Paul J. Mills, profesor de Medicina en la Universidad de California, San Diego y responsable de la investigación.
De acuerdo con Mills, la gratitud es un aspecto de la vida que involucra reconocer y apreciar los aspectos positivos de la vida. “Muchos pacientes llevaban un diario personal en el que agradecían por los buenos momentos – confirma Mills –. Aquellos que lo hicieron durante las ocho semanas que duró el estudio, presentaban reducciones muy llamativas en biomarcadores de inflamación importantes, así como un descenso en el riesgo cardíaco. Parece ser que cuanto más agradecido es un corazón, más saludable es su vida”.
La Biblia nos enseña que Dios quiere vida en abundancia para sus hijos, Él siempre ha deseado lo mejor para nosotros, tan es así que ha prometido vida eterna para los que creen en su Hijo (1 Juan 2:25), por lo que toda la instrucción que encontramos en su palabra está orientada a nuestro bienestar. Es maravilloso ver como la ciencia en vez de alejarse de las verdades del evangelio más bien se acerca, la medicina hoy ve los beneficios de un corazón agradecido, algo que ya miles de años atrás el Señor lo había indicado.
En Romanos 1:21 encontramos lo que pasa a los que no son agradecidos: “A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su incensato corazón”. Jesucristo daba gracias al Padre en todo, con los alimentos como en Mateo 15:36 “Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos. Éstos, a su vez, los distribuyeron a la gente”, o bien cuando llegó para resucitar a Lázaro citado en el evangelio de Juan 11:41 “Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: —Padre, te doy gracias porque me has escuchado”. El ejemplo que nos ha dejado el Hijo es de dar gracias a Dios en toda ocasión, porque esa es su voluntad (1 Tes 5:18).
Y no podía el apóstol Pablo quedar fuera de la instrucción de dar gracias, son muchos los pasajes en los que se nos dirige a ser agradecidos, siendo nosotros beneficiarios directos de esas acciones de gracias.
1Co 15:57 “¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!”.

Efe 5:4 “Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias”.

Efe 5:20 “dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.

Flp 4:6 “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias”.

Col 3:17” Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él”.

1Ts 2:13 “Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír ustedes la palabra de Dios que les predicamos, la aceptaron no como palabra humana sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en ustedes los creyentes”.

1Ti 1:12 “Doy gracias al que me fortalece, Cristo Jesús nuestro Señor, pues me consideró digno de confianza al ponerme a su servicio”.

1Ti 2:1 “Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos”.