La grandeza de la sabiduría

LEE. Los peligros de la necedad. Eclesiástes 10.1-15

MEDITA. Una necedad, por pequeña que sea, tiene un efecto desvastador sobre la persona. Así como no se necesita más que una pequeña mosca para echar a perder el perfume del perfumista(verso 1), una sola locura es suficiente para manchar toda una vida. Por lo tanto un hombre de fe tiene que ser vigilante y cuidarse de la necedad.


Lo que hay en nuestro interior, en la recámara del corazón se manifiesta cuando obramos. El necio obra con "su mano izquierda" (verso 2), con torpeza y falta de habilidad y hace evidente su falta de cordura(verso 3). El sabio por el contrario, obra con su "mano derecha" , con destreza y aunque no lo publique se percibe su sabiduría.


Cada uno de los pasos que demos o las obras que emprendamos debe encararse con sumo cuidado. Siempre está el peligro de que la necedad se manifieste. Salomón con un lenguaje vívido, habla de las practicas de su tiempo y dice que no solamente hay que hacer un hoyo, sino cuidarse de caer dentro o colocar una puerta en la pared de piedra, sino cuidarse de las víboras que están ocultas en las grietas(verso 8).


El apóstol Pablo exhortaba a Timoteo: "Ten cuidado de ti mismo" 1 Timoteo 4.16. El cuidado y vigilancia que tenemos sobre nuestros pensamientos, sentimientos y voluntad son muestras de verdadera sabiduría.

APLICA. ¿Cuáles son los puntos débiles de mi personalidad? ¿Cómo manejo mis pensamientos y mis sentimientos? ¿Estoy cuidando mi vida espiritual?

ORA. Señor, guárdame irreprensible hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.



Aporte de Arturo Molina, tomado del libro "Un encuentro con Dios".