Pensamientos de creyentes que me hacen meditar


"Si la Cruz no ha obrado en mí, seré yo el que obraré constantemente"
Watchman Nee

"No siempre podemos reconocer la mano de Dios, pero siempre podemos confiar en el corazón de Dios"
C.H. Spurgeon

"Usted no puede descansar en su propia interpretación de las cosas que suceden en su vida. Usted solo puede descansar en el Señor. Confíe en el Señor Jesús de todo Corazón. Reconózcalo en todo momento. Él abrira un camino que usted nunca había esperado. Esa es su promesa.!
John MacArthur

"Hay muchas cruces y cada una de ellas es dolorosa y pesada. No es probable que yo busque ninguna de ellas, y por mi propio capricho. Pero Jesús nunca está tan cerca de mi, como cuando levanto mi cruz, la coloco con sumisión sobre mi hombro y le doy la bienvenida con un espíritu sufrido y que no murmura, entonses Él viene cerca de mi, para madurar mi sabiduría, para profundizar mi paz, para aumentar mi valor, para acrecentar mi poder para ser útil a otros, por medio de la misma experiencia tan dolorosa y tan grande..."
Alexander Smellie modif.

"La verdadera vida del creyente – esto es, la vida de Cristo en él – es una vida que está siempre germinando de la muerte."
Evan H. Hopkins

"Dios está esperando para llenar nuestras vidas de increíble plenitud, si solamente admitimos nuestra bancarrota."
Ian Thomas

"El verdadero ministerio se concibe en el vientre del sufrimiento, nace con fatiga y con dolor, y se mece en una cruz."
Watchman Nee

"Dios puede hacer valer sus promesas cuando parece que las ha quebrantado; puede hallar medios cuando los inventos humanos fracasan. Hace más que lo que podemos pedirle cuando parece que está haciendo menos que lo que ha prometido. A veces abiertamente, otras veces en secreto, pero siempre en forma segura. Él es tan bueno como su palabra"
Sra Cowman

"El creyó en esperanza contra esperanza" Ro.4:18 Cuando Dios va a hacer algo maravilloso,comienza con una dificultad. Si va a ser algo muy maravilloso,comienza con una imposibilidad.
Rdo.Charles Inwood.

La fe ve a Aquél que ordena todas las circunstancias que nos rodean, la esperanza ve más allá de lo que los ojos pueden ver, la paciencia da fortaleza para sobrellevar las pruebas, y el amor se deleita en Aquél a quien no le afectan las circunstancias.
A.d


La fe no se ocupa de las dificultades, sino de Aquél para quien todo es posible. La fe no se ocupa de las circunstancias, sino del Dios de las circunstancias.
A.D

Las respuestas retardadas a la oración, no son solamente pruebas de la fe, sino que nos dan oportunidades de honrar a Dios por nuestra firme confianza en Él, bajo rechazamientos aparentes.
A.D

“Mas Él no respondió palabra” (Mateo 15:23) “Él callará de amor” (Sofonías 3:17)
Él obrará maravillas si aprendemos el misterio de Su silencio y le alabamos a cada vez que retira Sus dádivas… para que conozcamos mejor al Dador, para que respondamos espontáneamente a su amor, sin el estimulo de ninguna señal exterior… “El apropiarse de un genuino y más perfecto amor a El.. tiene un precio, éste es su silencio…”

“Y me sacó a anchura, y me libró porque se agradó de mi.” Salmo 18:19

Busquemos esta “anchura” ¿Qué otra cosa puede ser sino el Mismo Dios, aquella Existencia infinita en quien todas las demás personas y demás corrientes de la vida terminan? Verdaderamente , Dios es un lugar grandioso. David fue traído al mismo por medio de la humillación, la nada y el abatimiento.
Madame Guyón


Aprenda a luchar con las almas. Trate de alcanzar sus conciencias. Exalte a Cristo.
Utilice un afilado cuchillo consigo mismo. Hable lo justo y necesario, sirva a todos, dé a los demás.
Esta es la verdadera grandeza:
Servir sin llamar la atención y trabajar sin ser visto.
¡Oh, qué gozo es no tener nada, no ser nada y no ver nada excepto a un Cristo vivo en la gloria, y no tener cuidado por nada excepto por Sus intereses aquí en la tierra!
John N. Darby


Nada que no surja del amor personal a Cristo y de la comunión con él puede tener algún valor. Podemos saber al dedillo las Escrituras; podemos predicar con notable elocuencia y fluidez, con una fluidez tal que las mentes poco experimentadas pueden muy fácilmente confundir con «poder»; pero, ¡oh, si nuestros corazones no beben profundamente de la fuente principal; si el motor que los anima no es hacer del amor de Cristo una realidad práctica, todo terminará en algo fugaz y pasajero! He aprendido a estar cada vez más insatisfecho con todo aquello que —ya en lo que respecta a mí mismo, ya a los demás— no tenga que ver con una comunión permanente, profunda, divinamente labrada, y una plena conformidad, con el bendito Señor. A los caprichos personales, los detesto; a las meras opiniones, les tengo temor; a las controversias, las evito; sistemas de doctrina, teorías, escuelas de pensamiento, en una palabra, todo «ismo» lo considero carente de valor. Mi anhelo, en cambio, es conocer más de la gloriosa persona de Cristo, de su obra y de su gloria. Y entonces, ¡vivir para él! ¡Trabajar, testificar, predicar y orar, hacerlo todo por Cristo, y mediante la obra de su gracia en nuestros corazones!
C. H. Mackintosh