Cada vez que se necesita luz en medio de la noche, basta con apretar un apagador para que se ilumine una bombilla eléctrica, y ésta nos proporcione la luz. Que invento tan maravilloso ha sido la luz eléctrica. Thomas Alva Edison fue el descubridor de esta herramienta tan vital para el mundo de hoy. A raíz de este invento, fundó la General Electric,...
una compañía de la cual la mayoría hemos oído hablar, o bien, hemos adquirido alguno de los tantos electrodomésticos que ha fabricado.
No es un secreto que para las década de los setenta, esta compañía estaba en problemas financieros, con una monstruosa e ineficiente estructura administrativa. Para esa época toma las riendas un presidente ejecutivo que no teme meterle mano dura a la reorganización, luchando y cortando todo aquello que no era productivo, y motivando y premiando todo aquello que sí lo era, hasta el punto de convertir la empresa fundada por Thomas Alva Edison, en una de las más rentables del planeta.
Este exitoso ejecutivo, Jack Welch, retirado en el 2001 con un jugoso plan de retiro, tuvo que corregir malas decisiones que se habían tomado en el pasado, y así pudo darles mejores condiciones de vida a una gran cantidad de personas que laboran para esa empresa, que por las malas decisiones de otros, estaban condenadas a perder sus empleos, ya que el futuro de la empresa no era muy prometedor.
Esto es lo que nos ha pasado a los seres humanos, que hemos estado amarrados a las consecuencias de las malas decisiones que Adán y Eva tomaron, dejándose llevar por el engaño de la serpiente, Satanás. Pero como en el caso de esta empresa, llega Cristo a dar una nueva dirección de vida, a luchar contra todo lo que no es de la voluntad del Padre, y a dar el camino de Salvación. El Padre le envía para que nos indique que hay un camino mejor que el que está llevando la sociedad, que se puede dejar el pecado, y que hay recompensas y una vida eterna a cambio de recibirle y aceptarle como Señor y Salvador.
En el caso de los empleados de General Electric, ellos simplemente se tuvieron que acoger a las nuevas directrices, y los que permanecieron (porque muchos no, un 25% aproximadamente fue despedido) pudieron disfrutar de los beneficios. En nuestro caso, Cristo nos pone a elegir, nos deja que decidamos el camino a seguir, si continuamos por el camino que marca la sociedad de hoy, con sus crímenes, pasiones, envidias, materialismo, egoísmo y demás acciones que no agradan a Dios, o elegimos el camino de vida y de verdad.
Las opciones están dadas, no hay más caminos, o seguimos a Cristo, o nos alejamos de Él, y rechazamos las bendiciones y promesas que hay en su palabra.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10 RV60
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6 RV60
una compañía de la cual la mayoría hemos oído hablar, o bien, hemos adquirido alguno de los tantos electrodomésticos que ha fabricado.
No es un secreto que para las década de los setenta, esta compañía estaba en problemas financieros, con una monstruosa e ineficiente estructura administrativa. Para esa época toma las riendas un presidente ejecutivo que no teme meterle mano dura a la reorganización, luchando y cortando todo aquello que no era productivo, y motivando y premiando todo aquello que sí lo era, hasta el punto de convertir la empresa fundada por Thomas Alva Edison, en una de las más rentables del planeta.
Este exitoso ejecutivo, Jack Welch, retirado en el 2001 con un jugoso plan de retiro, tuvo que corregir malas decisiones que se habían tomado en el pasado, y así pudo darles mejores condiciones de vida a una gran cantidad de personas que laboran para esa empresa, que por las malas decisiones de otros, estaban condenadas a perder sus empleos, ya que el futuro de la empresa no era muy prometedor.
Esto es lo que nos ha pasado a los seres humanos, que hemos estado amarrados a las consecuencias de las malas decisiones que Adán y Eva tomaron, dejándose llevar por el engaño de la serpiente, Satanás. Pero como en el caso de esta empresa, llega Cristo a dar una nueva dirección de vida, a luchar contra todo lo que no es de la voluntad del Padre, y a dar el camino de Salvación. El Padre le envía para que nos indique que hay un camino mejor que el que está llevando la sociedad, que se puede dejar el pecado, y que hay recompensas y una vida eterna a cambio de recibirle y aceptarle como Señor y Salvador.
En el caso de los empleados de General Electric, ellos simplemente se tuvieron que acoger a las nuevas directrices, y los que permanecieron (porque muchos no, un 25% aproximadamente fue despedido) pudieron disfrutar de los beneficios. En nuestro caso, Cristo nos pone a elegir, nos deja que decidamos el camino a seguir, si continuamos por el camino que marca la sociedad de hoy, con sus crímenes, pasiones, envidias, materialismo, egoísmo y demás acciones que no agradan a Dios, o elegimos el camino de vida y de verdad.
Las opciones están dadas, no hay más caminos, o seguimos a Cristo, o nos alejamos de Él, y rechazamos las bendiciones y promesas que hay en su palabra.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10 RV60
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6 RV60
