Soy un ladrillero. En el día del accidente estaba trabajando solo en el techo de un edificio de seis pisos. Cuando completé mi trabajo, encontré que quedaron aproximadamente 500 libras de ladrillos. En vez de cargarlos a mano hasta abajo, decidí bajarlos con un barril usando una roldana que estaba conectada de buenas al sexto piso del edificio. Asegurando la cuerda en el primer piso, fuí al techo, llenando el barril de todos los ladrillos que quedaron. Luego bajé de nuevo al primer piso y deshice el nudo de la cuerda, agarrándolo fuertemente para asegurarme que la descendencia de los 500 libras de ladrillos fuera muy lenta.
Notarás en la forma de accidente en la línea #11 que peso 135 libras. Pero para mi sorpresa el ser levantado del piso tan rápidamente, hizo que perdiera la consciencia y olvidé soltar la cuerda. Procedía a una velocidad veloz a un lado del edificio. En la vecindad del tercer piso, me encontré con el barril que bajaba. Esto explica la factura en el cráneo, y la fractura en el hueso de la collera. Continúa mi ascendencia, no deteniéndome hasta que dos nudillos de la mano derecha estaba atorados en la roldana. Afortunadamente, para este tiempo, tenía la consciencia de nuevo, y era capaz de agarrarme fuerte a la cuerda, a pesar del dolor.
Al mismo tiempo aproximadamente, sin embargo, el barril lleno de ladrillos pegó al piso, y el fondo del barril se salió. Sin el peso de los ladrillos, el barril en ese momento pesaba 50 libras aproximadamente. De nuevo te pido que te fijes en mi peso en la línea #11. Como te imaginarás, empecé a descender rápidamente a un lado del edificio. En la vecindad del tercer piso, me encontré con el barril que subía. Esto explica las fracturas en los dos tobillos, y las desgarradas en las piernas, y en la parte baja de mi cuerpo. El encuentro con el barril me detuvo lo suficiente para disminuir los golpes cuando caí arriba del montón de ladrillos, y afortunadamente solo tres vértebras me fueron fracturadas. Siento mucho el reportar, sin embargo, que al acostarme ahí en los ladrillos, en dolor…sin poderme levantar…viendo al barril vacío seis pisos arriba de mi…otra vez perdí la consciencia y solté la cuerda. Como pesaba el barril más que la cuerda, cayó encima de mí, y fracturó mis dos piernas. Creo que ya les he correspondido con toda la información que requieren. (Fuente No Conocida).
Muchas veces optamos por hacer lo que hizo el hombre de esta historia, trabajar solo. Cuando mencionamos trabajar solo, no solo nos referimos al trabajo que realizamos para poder vivir, ese trabajo por el que nos pagan por cumplir con una tarea y una jornada. En ese trabajo también hay quienes lo realizan solo, no son capaces de poder trabajar en equipo, y pasan teniendo una fila de problemas con sus compañeros, sus jefes y hasta sus clientes, pensando que el problema está en los demás.
También hablamos del trabajo de sacar adelante una familia, el trabajo de esposo, el de esposa, el de padre, el trabajo de ser hijo, el trabajo de tener buenas relaciones con los vecinos, el trabajo de servir en la iglesia. Y no pongo trabajo porque cueste, sino porque implica un esfuerzo que tenemos que hacer para lograr esas funciones, aunque a veces sí cuesta. Esta historia tiene que ver con toda relación donde halla más de una persona. Las consecuencias que sufre este pobre obrero accidentado, son el resultado de hacer las cosas solo.
Cuando estamos solos no tenemos a quien consultar o pedir una opinión. Pero a veces, estando acompañados no aceptamos las experiencias o los consejos de los demás, por lo que estaremos obligados en muchas ocasiones a revivir esas experiencias. La mayoría de las veces terminamos en problemas porque no quisimos tomar advertencia de hechos que ya otros han pasado, y pensamos que a nosotros no nos sucederá. La biblia dice "El necio cree que todo lo que hace está bien, pero el sabio atiende los consejos"(Prv 12:15 DHH).
Entonces, unas veces estaremos en problemas porque no pedimos o tomamos consejo de otras personas, y otras veces estaremos en problemas por peresozos. La pereza no nos deja pensar, ni actuar oportunamente. Por pereza no hacemos cambios importantes en nuestras vidas, por pereza no leenos la Biblia diariamente. Por pereza no dedicamos tiempo a orar y tener tiempos devocionales. La pereza nos impide tener una buena relación con Dios. La pereza nos lleva a querer acortar camino, y como la historia mencionada, la pereza hizo que este albañil quisiera bajar todos los ladrillos en un solo viaje, y ya leimos los resultados.
Tenemos que luchar contra la pereza, estamos llamados a eliminarla de nuestras vidas, y empezar a hacer todo aquello que nos acerca más a Dios, y que por pereza no lo hemos hecho. Porque de lo contrario, seguiremos teniendo resultados de que lamentarnos.