Un niño, al oír hablar de la guerra, preguntó a su papá cómo había comenzado.
El papá, pacientemente, se sentó y empezó a explicarle:
–“Imaginemos que México se enoja con Guatemala...”.
La mamá, que oía la plática, le interrumpió bruscamente:
– “Pero México y Guatemala no están enojados”.
El papá: –– “Lo sé, pero es un caso hipotético”.
La mamá: –– “Pero así confundes al niño”.
El papá: –– “¡No mujer, no!”.
La mamá: –– “¡Sí hombre, sí!”.
El papá: ––“Te digo que no. Es insoportable el modo como tú…”.
El niño: –– “No te preocupes, papá. ¡Ya entendí cómo comienza una guerra!”.
(Autor desconocido).
"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airiarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios" Biblia RV60 Santiago 1:19-20